En los últimos años, la descarbonización se ha situado como elemento clave para el futuro de las islas. Para frenar el cambio climático y afrontar la emergente escasez de combustibles fósiles, estos territorios han de cambiar sus sistemas energéticos. En esta línea, muchos proyectos están siendo desarrollados alrededor del mundo para reducir, o incluso eliminar, la dependencia de las islas a los combustibles fósiles. Casos de éxito famosos, como El Hierro o Samsø, demuestran que es posible conseguirlo.
Problema de escalabilidad
Este tipo de proyectos se desarrollan, normalmente, en islas con pocos miles de habitantes. En cuando a la escalabilidad a islas mayores, esto supone ciertas restricciones: los retos técnicos y económicos afrontados son radicalmente diferentes a los que podrían surgir en islas de mayor población. Además, estos retos técnicos están normalmente relacionados con las fuentes de energía renovables disponibles en la isla en cuestión, y con sus condiciones climáticas y actividades socioeconómicas particulares. La transición hacia sistemas energéticos diferentes implica la definición de nuevos modelos económicos que pueden incluir nuevos actores o figuras, y requerir de la evolución y adaptación del marco regulatorio.
Bajo estas circunstancias, la replicación de los resultados del proyecto REACT puede variar de una isla a otra, sin ser posible su sistematización. En consecuencia, es necesario definir un plan en que se desarrollen las soluciones más apropiadas para cada territorio, en términos tanto técnicos, como económicos y legales.
La solución del proyecto REACT
En el marco del proyecto REACT, una solución ajustada a cada una de las tres islas piloto está siendo desarrollada para que puedan producir el 100% de su electricidad a partir de energías renovables. Esta solución, que será probada y validada en cada isla, incluye el desarrollo de una plataforma de TIC, y la implementación de generación distribuida, sistemas de almacenamiento, y gestión activa de la demanda. El objetivo es optimizar, apoyándose en la plataforma, la relación entre demanda y generación energética que proviene de varias fuentes distribuidas, empleando, de manera holística, una gestión activa de la demanda, tanto automática como manual.
Cabe contemplar la alta probabilidad de que alguna de las energías renovables con las que se cuenta en las islas no esté disponible en algún momento (i.e. falta de sol, falta de viento…), por lo que es necesario que producción y generación estén equilibradas para asegurar la estabilidad de la red. Esta estabilidad se puede lograr con sistemas de almacenamiento, o empleando una gestión activa de la demanda, como se mencionaba anteriormente. La gestión activa de la demanda consiste en la reducción de los picos en la curva horaria de consumo de electricidad, que aumentan los costes de la energía, y comprometen la seguridad y estabilidad del sistema. Se trata de, o bien eliminar parte de la demanda en esos periodos, o bien redistribuirla a periodos de consumo valle.
La solución desarrollada en el proyecto REACT proporcionará una estrategia automatizada con un control optimizado sobre elementos de consumo comunes, y una estrategia manual en que los consumidores finales modificarán su consumo de manera deliberada. Esta solución se experimentará en comunidades pequeñas, en las que se llevará a cabo un intercambio optimizado de energía entre bloques de edificios, hogares o distritos.
Escalabilidad y plan de replicabilidad
Con la escala contemplada, de pequeñas islas de tan solo unos miles de habitantes, el reto de gestionar la energía parece abarcable. Sin embargo, puede complicarse considerablemente al operar en comunidades de mayor tamaño. Esta es la razón por la que se incluirán, en una fase más avanzada del proyecto, islas mayores llamadas “islas seguidoras”, que son Mallorca, la isla de Gotland, la prefectura de Lesbos, la isla de Wight, y la isla Reunión. Estas islas ayudarán a definir el plan de replicabilidad para escalar la solución, que se estudiará mediante simulaciones. Además, se incluirá la metodología de análisis y ajuste del control optimizado y la estrategia de gestión activa de la demanda. Un reto significativo a la hora de escalar el proyecto será la aceptación ciudadana y la coordinación de las estrategias automáticas y manuales de gestión de la demanda.
En conclusión, la replicación de la solución REACT ayudará a facilitar la implementación e integración en los sistemas energéticos isleños, de las energías renovables de carácter intermitente más comunes en dichos territorios, como son la solar y la eólica. Los consumidores finales podrán esperar beneficios directos, tanto económicos como medioambientales, y los operadores de la red eléctrica, beneficios en cuanto a flexibilidad, seguridad y estabilidad de la red.